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Asegurando un metaverso abierto e interoperable

Esta es una versión resumida del ensayo de Nick Clegg publicado en Medium

Razonablemente, muchos preguntan: ¿qué es el metaverso y por qué es importante para mí? y aún si estoy convencido de que es algo que debe entusiasmarme, ¿cómo puedo confiar en que estas nuevas tecnologías se construirán y serán gobernadas de forma responsable?

El metaverso no es un solo producto, como lo son las aplicaciones de Meta (Facebook, Instagram, Messenger y WhatsApp). Tampoco es un sistema operativo, como Microsoft Windows o hardware como el iPhone de Apple. Al igual que con el Internet de hoy, el metaverso será un conjunto de tecnologías, plataformas y productos. No será construido, operado ni gobernado por una compañía o institución. Se requerirá a empresas de todos los tamaños, sociedad civil, sector público y millones de creadores individuales. No es una prenda de vestir, es una manta hecha de varios retazos de tela. 

Las posibilidades económicas son emocionantes. La economía digital contribuyó con $2,1 billones de dólares al PIB de Estados Unidos en 2019. Incluso si el metaverso llegara a representar el equivalente de solo 10% de la economía digital en Estados Unidos antes de la pandemia, sería una industria de $200 mil millones de dólares que emplearía a cerca de 770.000 de personas. Un estudio hecho para Meta por la consultora independiente Analysis Group ha estimado que la economía global del metaverso podría valer más de $3 billones de dólares a nivel mundial dentro de 10 años.

Pero, para que las personas realmente quieran usar estas tecnologías es necesario que se sientan seguras. Para compañías como Meta hay mucho trabajo por hacer para desarrollar confianza en el metaverso y demostrar a las personas que estamos comprometidos con ayudar a construirlo de forma responsable. Esto empieza explicar nuestra visión sobre estas tecnologías y los retos que creemos que se deben considerar conforme haya progresos. Esto significa ser abiertos y transparentes sobre el trabajo que estamos haciendo y sobre las decisiones e implicancias que conlleva. También, significa esclarecer que nuestra intención no es desarrollar estas tecnologías por nuestra cuenta, sino ser una parte de un movimiento tecnológico mayor. 

Asegurar que el metaverso sea abierto

No habrá un metaverso operado por Meta, así como hoy en día no existe una “Internet de Microsoft” o una “Internet de Google”. Al igual que con la Internet, el metaverso será un sistema interconectado que trascenderá fronteras, por lo que es necesario contar con un conjunto de estándares públicos y privados, así como normas y reglas que permitan que este opere en todas las jurisdicciones. Una forma de pensar en la estructura del metaverso es imaginando un edificio en donde cada piso sostiene al de arriba. Para cada piso, y dentro de cada uno de ellos, se requiere de diferentes tipos de reglas y regulaciones.

Cimientos: Hardware, protocolos y estándares

Los cimientos del edificio incluyen hardware (teléfonos, visores de realidad virtual, lentes de realidad aumentada, etc), protocolos tecnológicos y estándares que aseguren que diferentes tecnologías puedan interactuar, o como se dice en la industria, que sean “interoperables”. 

Planta baja: Plataformas y redes

La planta baja del metaverso estará construida sobre estos protocolos y estándares de interoperabilidad. Esta es la capa intermedia en la cual las plataformas, organizaciones y otras redes crearán el universo de productos que conforman los mundos tridimensionales del metaverso. 

Primer piso: Experiencias

El primer piso del metaverso es donde podremos acceder como usuarios y donde estará disponible la gran mayoría de experiencias. Por ejemplo, los usuarios actuales de Quest pueden acceder al metaverso a través de aplicaciones de realidad virtual como Horizon Worlds. Las aplicaciones y experiencias permitirán que los creadores diseñen una gran variedad de espacios únicos.  

El punto en común entre estos pisos es la interoperabilidad, la interconexión de estándares, sistemas y aplicaciones que permiten a las personas viajar fácilmente entre una parte del metaverso y otra. Esto no es absoluto, no todos los elementos de las experiencias del metaverso necesitan ser o serán compatibles entre ellas. Pero sin un grado importante de operabilidad integrado en cada piso el metaverso se volverá un espacio fragmentado y dividido en silos impenetrables entre ellos.

¿Cómo estamos contribuyendo a construir el metaverso de forma responsable? 

Hemos establecido prioridades que guiarán nuestro trabajo conjunto en la industria, el sector público, la academia y la sociedad civil: 

El Foro Económico Mundial (WEF por sus siglas en inglés) está tomando un rol de liderazgo en este ámbito, creando una red multidisciplinaria de expertos para desarrollar mejores prácticas y principios de gobernanza orientados a atender los desafíos sociales, éticos y de gobernanza alrededor del metaverso. Particularmente, se enfocará en problemas de equidad, inclusión, de accesibilidad, privacidad, seguridad, oportunidades económicas e interoperabilidad. Esto es similar, en esencia, al trabajo que el WEF realizó recientemente sobre los principios de computación cuántica

Meta también ha hecho inversiones directas para investigaciones externas y programas, a través del Fondo global de $50 millones de dólares para programas y estudios de realidad extendida (XR). Estamos colaborando con universidades alrededor del mundo para analizar las oportunidades económicas, los principios éticos y el diseño responsable del metaverso. Asimismo, estamos invirtiendo en iniciativas para apoyar a estudiantes, creadores y dueños de pequeños negocios que usan tecnologías de realidad aumentada y realidad virtual. 

Lee el ensayo completo de Nick Clegg aquí.