El lunes 14 de abril comenzará el juicio por la débil demanda antimonopolio presentada por la Comisión Federal de Comercio (FTC, por sus siglas en inglés), que busca deshacer las adquisiciones de Instagram y WhatsApp que aprobó hace más de diez años. El caso ignora cómo funciona el mercado y procura probar una teoría que no se sostiene en el mundo real.
Las inversiones de Meta hicieron de Instagram y WhatsApp las experiencias que hoy en día son amadas por las personas
Instagram y WhatsApp son un modelo de lo que las adquisiciones exitosas pueden lograr: Meta hizo que Instagram y WhatsApp sean mejores, más confiables y seguros aportando de miles de millones de dólares y millones de horas de inversión.
Con funciones como mensajería dentro de la aplicación, transmisión en vivo, Stories y Reels, hemos hecho crecer Instagram de una pequeña aplicación con un futuro incierto a una con más de dos mil millones de usuarios activos mensuales, proporcionándoles un lugar atractivo para descubrir, conectar y crear. Evolucionamos WhatsApp de su modelo original de suscripción paga a un servicio gratuito y añadimos funciones valiosas como las llamadas de voz y de video, los estados y los canales. Con nuestras inversiones, WhatsApp es ahora un servicio de mensajería seguro, confiable y cifrado de extremo a extremo, que permite a más de dos mil millones de usuarios alrededor del mundo comunicarse y compartir diariamente.
Actualmente, miles de millones de personas disfrutan de estas aplicaciones en forma gratuita. Estos beneficios no se habrían logrado sin la inversión de Meta y la excelencia de los miles de empleados de Meta que han trabajado en ellas. También ayudamos a cientos de millones de empresas a llegar y conectar con sus clientes, contratar nuevos empleados y poder crecer.
Meta opera en un espacio dinámico y altamente competitivo
Para que la FTC gane este caso, necesita probar, por un lado, que Meta tiene una participación dominante en un mercado definido correctamente y que incluya a todos los competidores, y por otro, que esas adquisiciones perjudicaron a la competencia y a los consumidores. La FTC está equivocada en ambas afirmaciones . Es por eso que creó un mercado ficticio en el que Facebook e Instagram compiten solo con Snapchat y una aplicación llamada MeWe. En realidad, las personas pasan más tiempo en TikTok y en YouTube que en Facebook o Instagram. Con solo añadir TikTok y YouTube a la definición de mercado de redes sociales de la FTC, Meta tiene una participación inferior al 30%.
Y la evidencia de la feroz y creciente competencia en el mercado solo ha aumentado en los últimos cuatro años desde que la FTC presentó su reclamo. Esto subraya lo que hemos dicho desde el principio: Meta enfrenta una fuerte competencia en un panorama tecnológico que cambia rápidamente e incluye competidores estadounidenses y extranjeros. A principios de este año, cuando TikTok dejó de funcionar en los EE.UU., el uso de Instagram se disparó porque al no poder usar TikTok, las personas acudieron a Instagram para seguir haciendo el mismo tipo de cosas, mostrando la falacia del caso.
El caso de la FTC solo sirve para socavar los negocios estadounidenses, malgastar el dinero de los contribuyentes y favorecer a TikTok, que es de propiedad china
Lo que está en juego en este juicio no podría ser más relevante para los consumidores y las empresas de EE.UU. La FTC revisó y aprobó estas adquisiciones hace más de una década. Y con razón, ya que estos acuerdos beneficiaron a los consumidores y a la competencia. Para ponerlo en contexto, la adquisición de Instagram ocurrió más cerca de la fundación de Facebook que del presente. Este caso, un ejercicio sin precedentes de historia revisionista, envía el mensaje de que ningún acuerdo es definitivo y que las empresas que operan en Estados Unidos serán castigadas por innovar. En última instancia, una demanda mal concebida como esta hará que las empresas piensen dos veces antes de invertir en innovación, sabiendo que pueden ser castigadas si esa innovación tiene éxito. Y este débil caso está costando millones de dólares a los contribuyentes.
Es absurdo que la FTC intente desmantelar una gran empresa estadounidense en el mismo momento en que el gobierno actual intenta salvar TikTok, que es de propiedad china. Y no tiene sentido que los reguladores intenten debilitar a las empresas estadounidenses justo cuando más necesitamos que inviertan para ganar la competencia con China por el liderazgo en inteligencia artificial.
Este caso no es sobre censura
Más allá de lo que pueda ser dicho, este caso no es sobre censura o decisiones de contenido. De hecho, la palabra «censura» no aparece en ningún texto de la FTC. Este es un caso acerca de la realidad de la competencia que enfrentamos en la actualidad.
Estamos seguros de nuestra posición y vamos a presentarla ante el tribunal.