- En las próximas semanas pondremos fin a la suspensión de las cuentas de Facebook e Instagram del Sr. Trump.
- Hemos implementado nuevos controles para evitar la reincidencia de infracciones.
- El público debe poder escuchar lo que dicen los políticos para poder elegir con conocimiento de causa.
Las redes sociales se basan en la creencia de que el debate abierto y la libre circulación de ideas son valores fundamentales, especialmente en un momento en que están amenazados en muchos lugares del mundo. Como norma general, no queremos obstaculizar el debate abierto, público y democrático en las plataformas de Meta, especialmente en el contexto de las elecciones en sociedades democráticas como Estados Unidos. El público debe poder escuchar lo que dicen sus políticos -lo bueno, lo malo y lo feo- para poder elegir con conocimiento de causa en las urnas. Pero eso no significa que no haya límites a lo que la gente puede decir en nuestra plataforma. Cuando existe un riesgo claro de daño real en el mundo -un nivel deliberadamente alto para que Meta intervenga en el discurso público- actuamos.
Hace dos años actuamos en circunstancias extremas y muy inusuales. Suspendimos indefinidamente las cuentas de Facebook e Instagram del entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, después de que elogiara públicamente los actos de personas involucradas en los hechos violentos en el Capitolio del 6 de enero de 2021. En ese momento, remitimos esa decisión al Consejo Asesor de Contenido, un órgano de expertos creado para ser un consultor independiente y equilibrar nuestra toma de decisiones. El Consejo ratificó la decisión, pero cuestionó el carácter indefinido de la suspensión y la falta de criterios claros para el restablecimiento o no de las cuentas suspendidas, y nos ordenó que revisáramos el asunto para determinar una respuesta más equilibrada.
En respuesta al Consejo, impusimos una suspensión limitada de dos años a partir de la fecha de la decisión original, el 7 de enero de 2021, una duración sin precedentes para una amonestación de este tipo. También, aclaramos las circunstancias en las que las cuentas de personalidades públicas podrían restringirse en tiempos de disturbios civiles y violencia continua, y presentamos un nuevo Protocolo de Política de Crisis para guiar nuestra evaluación de los riesgos de daño inminente dentro y fuera de la plataforma, de modo que podamos responder con acciones específicas de política y producto. En nuestra respuesta al Consejo Asesor de Contenido, también establecimos que antes de tomar cualquier decisión sobre si levantar o no la suspensión del Sr. Trump, evaluaríamos si el riesgo para la seguridad pública habría disminuido.
La suspensión fue una decisión extraordinaria tomada en circunstancias extraordinarias. La operación regular de nuestras plataformas incluye que el público pueda escuchar y leer a un ex Presidente de los Estados Unidos y a un candidato declarado a ese cargo. Ahora que ha transcurrido el plazo de la suspensión, la cuestión no es si decidimos restablecer las cuentas del Sr. Trump, sino si siguen existiendo circunstancias tan extraordinarias por las que se justifique prorrogar la suspensión más allá del período original de dos años.
Para evaluar si el grave riesgo para la seguridad pública que existía en enero de 2021 ha remitido lo suficiente, hemos evaluado el entorno actual de acuerdo con nuestro Protocolo de Política de Crisis, que incluyó el análisis del desarrollo de las elecciones de mitad de mandato de 2022 en Estados Unidos y las evaluaciones de expertos sobre el entorno de seguridad actual. Hemos llegado a la conclusión de que el riesgo ha disminuido lo suficiente y que, por lo tanto, debemos atenernos al periodo original de dos años que establecimos. Por ello, en las próximas semanas restableceremos las cuentas de Facebook e Instagram del Sr. Trump. Sin embargo, lo haremos con nuevos límites para prevenir la reincidencia de infracciones.
Como cualquier otro usuario de Facebook o Instagram, el Sr. Trump está sujeto a nuestras Normas Comunitarias. A la luz de sus infracciones, ahora también enfrenta sanciones más severas en caso de reincidencia, sanciones que se aplicarán de la misma forma a otras personalidades públicas cuyas cuentas se hayan restablecido tras suspensiones relacionadas con disturbios civiles de acuerdo a nuestro protocolo actualizado. En caso de que el Sr. Trump publique más contenido infractor, este será eliminado y se le suspenderá por un periodo de entre un mes y dos años, dependiendo de la gravedad de la falta.
Nuestro protocolo actualizado también aborda el contenido que no infringe nuestras Normas Comunitarias, pero que contribuye al tipo de riesgo que se materializó el 6 de enero de 2021, como el contenido que deslegitima unas elecciones o está relacionado con QAnon. Podemos limitar la distribución de tales publicaciones y, en casos reiterados, restringir temporalmente el acceso a nuestras herramientas publicitarias. Esta medida significaría que el contenido seguiría siendo visible en la cuenta del Sr. Trump, pero no se distribuiría en los feeds de las personas, incluso si siguen al Sr. Trump. También es posible que eliminemos el botón de “compartir” de dichas publicaciones y que dejemos de recomendarlas o publicarlas como anuncios. En el caso de que el Sr. Trump publique contenido que viole las Normas Comunitarias, pero, siguiendo nuestra política de contenido de interés periodístico, evaluaremos si hay un interés público en saber que el Sr. Trump hizo la declaración que supera cualquier daño potencial, podremos optar, igualmente, por restringir la distribución de dichas publicaciones, pero dejarlas visibles en la cuenta del Sr. Trump. Estamos tomando estas medidas debido al énfasis del Consejo Asesor de Contenido en los usuarios altamente influyentes y de alto alcance, y en su énfasis respecto al papel de Meta «para crear sanciones necesarias y proporcionadas que respondan a infracciones graves de sus políticas de contenido.»
Existe un importante debate sobre cómo deben abordar las empresas de redes sociales los contenidos publicados en sus plataformas. Muchos creen que empresas como Meta deberían eliminar muchos más contenidos de los que eliminan actualmente. Otros sostienen que nuestras políticas actuales ya nos convierten en censuradores arrogantes. El hecho es que la gente siempre dirá todo tipo de cosas en Internet. La gente puede expresarse en nuestras plataformas, incluso cuando lo que tienen que decir es desagradable o incorrecto. La democracia es complicada y la gente debe poder alzar su voz. Creemos que es necesario y posible trazar una línea divisoria entre los contenidos que son perjudiciales y deben eliminarse, y los contenidos que, por desagradables o inexactos que sean, forman parte de la vida en una sociedad libre.
Nuestras Normas Comunitarias son públicas para que todo el mundo pueda ver dónde trazamos esa línea. Nuestras políticas en ocasiones requieren reconsideración y revisión, como lo reflejan la introducción de nuestro Protocolo de Política de Crisis y los elementos adicionales que anunciamos hoy. Hoy destacamos estas normas porque prevemos que si el Sr. Trump decide reanudar su actividad en nuestras plataformas, muchas personas pedirán que tomemos medidas contra su cuenta y los contenidos que publique, mientras que muchas otras se sentirán molestas si se le suspende de nuevo, o si algunos de sus contenidos no se distribuyen en nuestras plataformas. Queremos ser lo más claros posible sobre nuestras políticas, para que incluso en aquellos casos en los que la gente no esté de acuerdo con nosotros, entiendan los motivos de nuestras respuestas.
Sabemos que cualquier decisión que tomemos sobre esta cuestión será ferozmente criticada. Las personas debatirán sobre si es la decisión correcta. Pero tenemos que tomar una decisión, e intentamos hacerlo de la mejor manera posible, de forma coherente con nuestros valores y el proceso que establecimos en respuesta a las recomendaciones del Consejo Asesor de Contenido.