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La Verdadera Historia de lo que ocurrió con las noticias en Facebook en Australia

Nick Clegg, Vicepresidente de Asuntos Globales y Comunicación de Facebook, ex Viceprimer Ministro del Reino Unido y ex miembro del Parlamento Europeo

La semana pasada, en una decisión que para muchos puede haber parecido abrupta y dramática, Facebook anunció que estaba dejando de compartir noticias en su servicio en Australia. Esa situación fue resuelta luego de una serie de discusiones con el gobierno australiano y esperamos llegar a nuevos acuerdos con medios de noticias para que las personas de ese país puedan volver a compartir su contenido.

Muchas personas tienen razón en preguntarse: ¿Qué fue lo que pasó?

En esencia, y en nuestra visión, se trata de un malentendido fundamental sobre la relación entre Facebook y los medios. Fueron las mismas organizaciones de noticias las que eligieron compartir sus artículos en las redes sociales y permitir que sean compartidos por otros, porque obtienen un valor de eso. Esa es la razón por la que tienen botones en sus páginas alentando a los lectores a compartir su contenido. Y si uno hace clic en un enlace compartido en Facebook es direccionado hacia el sitio web de la publicación, afuera de la plataforma. De esa forma, el año pasado Facebook generó aproximadamente 5.100 millones de referencias gratuitas a las publicaciones australianas por un valor calculado en 407 millones de dólares australianos.

Las afirmaciones, repetidas ampliamente en los últimos días, de que Facebook roba o se apropia del periodismo original para su propio beneficio siempre fueron y continúan siendo falsas. Ni tomamos ni pedimos el contenido por el que nos están pidiendo que paguemos un precio potencialmente exorbitante. De hecho, los enlaces de noticias son una parte pequeña de la experiencia que la mayoría de los usuarios tienen en Facebook. Menos de una de cada 25 publicaciones en nuestro Feed de Noticias contiene un enlace a un artículo, y muchos usuarios dicen que les gustaría ver aún menos noticias y contenido político.

Como advirtió Tim Berners-Lee, el inventor de la red informática mundial, la propuesta de ley australiana podría tornar a la internet actual en algo «impracticable», argumentando que «corre el riesgo de violar un principio fundamental de la red al requerir el pago para enlazar ciertos contenidos en línea».

Por supuesto que la internet ha sido disruptiva para la industria de las noticias. Cualquiera con una conexión puede crear un sitio web o escribir un blog. Pero no todo el mundo puede abrir un periódico. Cuando los anuncios comenzaron a pasar del impreso al digital, la economía de las noticias cambió y la industria se vio forzada a adaptarse. Algunos han tenido éxito en esa transición al mundo digital, mientras que otros han sufrido. Es comprensible que algunos conglomerados de medios vean a Facebook como una potencial fuente de dinero para compensar sus pérdidas, pero ¿eso significa que deberían poder exigir un cheque en blanco?

Eso es lo que la propuesta de ley australiana habría hecho. Facebook habría sido forzado a pagar cantidades potencialmente ilimitadas de dinero a conglomerados multinacionales de medios bajo un sistema de arbitraje que describe errónea y deliberadamente la relación entre los medios y Facebook, sin siquiera una garantía de que ese dinero vaya a ser usado para pagar por el periodismo y mucho menos apoyar a publicaciones más pequeñas.

Es como forzar a los fabricantes de automóviles a financiar emisoras de radio porque es probable que las personas las escuchen mientras conducen y permitir que las propias estaciones fijen el precio. Es irónico que algunas de las mayores publicaciones que durante mucho tiempo defendieron el libre mercado y los emprendimiento comerciales voluntarios ahora parecen estar a favor de de la fijación de precios supervisada por el Estado. Los eventos en Australia muestran el peligro de camuflar un pedido de subsidios en efectivo detrás de las distorsiones acerca de cómo funciona la internet. 

Para cumplir, Facebook tenía dos opciones: ofrecer subsidios ilimitados a conglomerados de medios multinacionales o remover las noticias de nuestra plataforma en Australia. Afortunadamente, tras una nueva ronda de discusiones, el gobierno australiano aceptó cambios que alientan una negociación justa sin la amenaza de un arbitraje impredecible.

Entendemos que la decisión de dejar de compartir noticias en Australia pareció sorpresiva. Pero estuvo lejos de ser así, seis meses atrás Facebook advirtió que podría ser forzado a tomar esa posición. Hemos estado involucrados en conversaciones con el gobierno australiano durante tres años, tratando de explicar por qué esta propuesta de ley, si no era enmendada, era inviable.

No fue una decisión que tomamos a la ligera. Pero llegada la hora, tuvimos que actuar rápidamente porque era legalmente necesario hacerlo antes de que la ley entrara en vigor la aplicamos en exceso. Al hacerlo, cierto contenido fue bloqueado de manera inadvertida. La mayor parte fue revertido rápidamente.

Existe una aproximación alternativa. Facebook está más que dispuesto a trabajar con los medios de noticias. Reconocemos absolutamente que el periodismo de calidad es central para el funcionamiento de las sociedades abiertas – informar y empoderar a los ciudadanos, además de exigir que los poderosos rindan cuentas. Es por eso que hemos invertido 600 millones de dólares en apoyar a la industria de noticias desde el 2018 y planeamos destinar al menos otros 1.000 millones de dólares en los próximos tres años. El mes pasado Facebook anunció acuerdos con The Guardian, Telegraph Media Group, Financial Times, Daily Mail Group, Sky News y muchos otros, incluyendo publicaciones locales, regionales y de estilo de vida en el Reino Unido, para pagar por el contenido publicado en su producto Facebook News, una pestaña de noticias donde las personas pueden encontrar titulares y artículos además de noticias personalizadas de acuerdo a sus intereses. Acuerdos similares fueron firmados con publicaciones en Estados Unidos y Facebook sostiene negociaciones activas con otros en Alemania y Francia.

Existen preocupaciones legítimas a ser respondidas sobre el tamaño y el poder de las empresas de tecnología, de la misma manera que hay asuntos serios sobre la disrupción que la internet ha causado en la industria de noticias. Estos temas necesitan ser resueltos de una manera en que las empresas de tecnología rindan cuentas y el periodismo continúe siendo sostenible. Pero un nuevo acuerdo tiene que basarse en los hechos sobre cómo es derivado valor de las noticias online, no en una representación al revés de cómo las noticias y la información fluyen en la internet.

La internet necesita de nuevas reglas que sirvan para todo el mundo, no sólo para las grandes corporaciones de medios. Al actualizar la regulación de internet podemos preservar lo mejor de ella – la libertad de las personas de expresarse y de los emprendedores de construir cosas nuevas. Y las nuevas reglas sólo funcionarán si benefician a más personas, no si protegen a los intereses de unos pocos.

 


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